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Trombosis

Conocer la formación de un coágulo sanguíneo

Una trombosis puede tener consecuencias peligrosas. La embolia pulmonar es una de las complicaciones poco frecuentes pero potencialmente mortales de la trombosis. Por eso es tan importante reconocer una trombosis lo antes posible y buscar ayuda médica de inmediato. Aquí encontrará todo lo que necesita saber sobre la trombosis: desde los síntomas y las causas hasta los métodos de tratamiento y las medidas preventivas.

¿Qué es una trombosis?

Una trombosis es un coágulo de sangre, también conocido como trombo, que estrecha u obstruye completamente un vaso sanguíneo. Estas trombosis pueden afectar a todos los vasos sanguíneos, así como al corazón, y se producen tanto en arterias como en venas. Sin embargo, las venas de las piernas son las más frecuentemente afectadas. Existen dos formas comunes: la trombosis venosa superficial (TVS) y la trombosis venosa profunda (TVP).

Signos y síntomas de la trombosis

Dolor, cambios en la piel y aparición de calor son algunos de los síntomas habituales de la trombosis. Sin embargo, la trombosis venosa superficial y la profunda presentan síntomas diferentes:

Síntomas de trombosis venosa superficial (TVS)

Síntomas de la trombosis venosa superficial

Síntomas de trombosis venosa profunda (TVP)

Síntomas de la trombosis venosa profunda

Complicaciones de la trombosis  

Una trombosis debe tratarse de inmediato para evitar consecuencias permanentes o potencialmente mortales. En más del 90 % de los casos de embolia pulmonar, la causa de la obstrucción es un coágulo sanguíneo (trombo). Además de la embolia pulmonar, otras posibles complicaciones son la septicemia y el síndrome postrombótico, en el que el daño permanente de las válvulas venosas conduce a la insuficiencia venosa crónica (IVC).

¿Qué es una embolia pulmonar?

En una embolia pulmonar, una arteria pulmonar está total o parcialmente obstruida por un sólido atrapado, en la mayoría de los casos un coágulo de sangre. Esto dificulta la absorción de oxígeno por los pulmones, lo que puede provocar situaciones potencialmente mortales. Otras complicaciones son el infarto pulmonar, la pleuritis, la arritmia cardiaca o la insuficiencia cardiaca debido al aumento de la tensión en el lado derecho del corazón. Por lo tanto, ante la sospecha de una embolia pulmonar, hay que llamar inmediatamente a los servicios de urgencias.  

Si la embolia pulmonar está causada por un coágulo de sangre, también se denomina tromboembolia. Las embolias sépticas, las embolias grasas, las embolias aéreas o las embolias tumorales son mucho menos frecuentes.

Signos y síntomas de una embolia pulmonar

Los siguientes signos de alarma pueden indicar una embolia pulmonar:  
 

  • Dificultad respiratoria
  • Respiración acelerada
  • Taquicardia
  • Dolor en el pecho
  • Tos
  • Sudoración
  • Mareos y problemas circulatorios

Causas y factores de riesgo de la trombosis

Una velocidad del flujo sanguíneo demasiado baja, daños y cambios en las paredes de los vasos y una tendencia excesiva a la coagulación de la sangre son las tres causas principales de la trombosis. Éstas se ven favorecidas por diversos factores de riesgo:


¿Cómo puede prevenirse una trombosis?

Por lo general, la tendencia a la trombosis no puede revertirse. Sin embargo, es posible contribuir a mejorar el flujo sanguíneo, la elasticidad de las paredes venosas y el contenido líquido de la sangre.

Medidas para prevenir la trombosis:  

  • Uso preventivo de medias de compresión
  • Hacer mucho ejercicio (preferiblemente deportes de resistencia regulares como nadar, caminar, etc.)
  • Beber en cantidad suficiente (preferiblemente agua e infusiones de frutas o de hierbas sin azúcar)
  • Alimentación saludable
  • Evitar el sobrepeso
  • Reducir el consumo de nicotina
  • Reducir el consumo de alcohol
  • Evitar permanecer sentado y de pie durante mucho tiempo
  • Ducharse alternando agua fría y caliente

Tratamiento de la trombosis

Vena con compresión

 

En caso de trombosis aguda, se administra a los pacientes un medicamento anticoagulante en forma de inyección o infusión como medida inmediata. Si no es necesario eliminar el coágulo inmediatamente, el tratamiento de la trombosis lo continúa el paciente de forma ambulatoria. Durante los 3 a 6 meses siguientes se toman comprimidos anticoagulantes para disolver gradualmente el coágulo de sangre que se ha formado. El riesgo de hemorragia aumenta cuando los pacientes reciben tratamiento con anticoagulantes.  

Mientras que el tratamiento farmacológico favorece la disolución del coágulo, la terapia de compresión y, si es necesario, la terapia de ejercicio, contribuyen a la disolución de la congestión venosa. 

Cómo ayudan las medias de compresión al tratamiento de la trombosis  

La terapia de compresión es un componente fundamental del tratamiento de la trombosis. Puede contribuir a un alivio rápido de los síntomas, ya que ayuda a eliminar la estasis sanguínea venosa y puede aliviar así la hinchazón, la pesadez y el dolor en las piernas. Al aplicar presión desde el exterior, la terapia de compresión fomenta el flujo de sangre hacia el corazón.  

Esto también reduce la presión sanguínea en el sistema venoso. Además, la presión de compresión favorece la velocidad de flujo de la sangre y, por tanto, puede reducir el riesgo de que se forme otro trombo. 

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