
En un lipedema, adipocitos anómalos se depositan en ciertas partes del cuerpo. En estas áreas afectadas, el tejido es sensible a la presión y al dolor y tiende muy rápidamente a formar moratones (hematomas). Las acumulaciones de grasa aparecen, sobre todo al principio de la enfermedad, principalmente desde el ombligo hacia abajo, es decir, en las nalgas, caderas y piernas, y más tarde también pueden aparecer en los brazos. Un lipedema que se extiende sobre los muslos y las caderas también se conoce como el "fenómeno de los pantalones de montar".
¿Linfedema o lipedema?
Para mostrarle las diferencias entre linfedema y lipedema, hemos comparado los criterios de diferenciación más importantes.
LINFEDEMA | LIPEDEMA | |
Aparición del edema | asimétrico | simétrico |
Sensación dolorosa de presión | no | sí |
Moratones (hematomas) | no | sí |
Erisipela | frecuente | no |
Hinchazón existente en empeine y/o dorso de la mano | sí | no |
Importante: Este autocontrol no sustituye a la visita a un especialista. Para un diagnóstico correcto, esa visita es indispensable.
Un lipedema (del griego lip = grasa) es un trastorno en la distribución de la grasa. El lipedema afecta casi exclusivamente a las mujeres, ya que sus tejidos tienen una estructura diferente a la de los hombres. La predisposición al lipedema probablemente ya está en los genes de los afectados. La enfermedad crónica generalmente se desencadena por cambios hormonales en el cuerpo durante la pubertad, el embarazo o la menopausia. Si la enfermedad ya existe, lo anterior puede conllevar un empeoramiento de los síntomas.
Desafortunadamente, a menudo lleva mucho tiempo diagnosticar un lipedema. En muchos casos se confunde erróneamente con la obesidad, ya que ambas se producen a menudo en paralelo, lo que dificulta la diferenciación. Usted puede saber si puede tener lipedema con los siguientes puntos.
Síntomas visibles externamente
Hay signos que permiten reconocer el lipedema fácilmente desde el exterior:
Síntomas perceptibles internamente
Además de los signos visibles, hay síntomas con los que se puede reconocer un lipedema. Estos pueden intensificarse aún más después de largos períodos en posición sentada, erguida, a lo largo del día o incluso por el calor:
Si descubre uno o más síntomas, debe consultar con un especialista. Un diagnóstico precoz es importante para garantizar un tratamiento óptimo y poder contrarrestar una agravación.
El lipedema se divide en diferentes estadios. Si el lipedema no se trata, el volumen de las partes del cuerpo afectadas aumenta con los años. Por lo tanto, el diagnóstico precoz por un especialista y el inicio de una terapia adecuada son de enorme importancia para contrarrestar la progresión de la enfermedad.
Estadio I
Estadio II
Estadio III
Clasificación de tipos
No siempre es fácil identificar el lipedema, ya que puede aparecer en diferentes formas y verse diferente en cada paciente. Dependiendo de qué zonas de las piernas y / o los brazos se ven afectados, se puede distinguir entre varios tipos.
Una agravación del lipedema puede prevenirse mediante un diagnóstico precoz. Puesto que el lipedema es una enfermedad crónica, le acompañará durante toda su vida. Usted puede influir positivamente en el alcance y las posibles consecuencias del lipedema y aliviar sus síntomas mediante una terapia coherente. Es importante que usted se acepte a sí mismo y a su enfermedad, que aproveche las opciones de tratamiento tan pronto y como sea posible y de forma continua y que se convierta en el "administrador" de su enfermedad.
En el caso del lipedema, ni las dietas, ni las curas de ayuno, ni los deportes ofrecen el éxito deseado, ya que la reducción de grasa no se producirá en las zonas afectadas. Usted perderá peso sólo en las partes "sanas" de su cuerpo. Por lo tanto, estas opciones para el tratamiento del lipedema no son efectivas. En general, sin embargo, debe considerarse una alimentación sana, el ejercicio y el deporte en ropa de compresión. Los lipedemas no pueden curarse únicamente con medicamentos. El lipedema se trata con terapia física descongestiva combinada (TFDC) con drenaje linfático manual (DLM) y terapia de descompresión de apoyo (método conservador), eventualmente en combinación con tratamiento de compresión intermitente aperativo (CIA). Esto se divide en dos fases (fase 1: fase de descongestión, fase 2: fase de mantenimiento / optimización).
Liposucción: otra opción en la terapia del lipedema
El aumento del tejido graso sólo puede eliminarse mediante liposucción. Esto solo debe hacerse después de una terapia conservadora consistente.
Sin embargo, la liposucción tampoco es una cura garantizada para el lipedema, aunque puede aliviar y reducir temporalmente los síntomas.
Si está considerando someterse a una liposucción, es absolutamente necesario que uno o más especialistas le informen sobre el posible éxito, los riesgos y efectos secundarios, los costes y los resultados a largo plazo de este método. En muy pocos casos, las compañías de seguro médico cubren los costes de la liposucción. En la mayoría de los casos, sin embargo, sí se cubren los costes de las prendas de compresión.
¿Tratamiento ambulatorio u hospitalario?
El hecho de que el linfedema o el lipedema se traten de forma ambulatoria u hospitalaria depende principalmente del estadio del edema y de las enfermedades que lo acompañan. Por varias razones puede tener sentido que el edema sea tratado en el hospital:
Desarrollo de un lipolinfedema
Especialmente en las etapas avanzadas del lipedema, como ya se ha explicado para el linfedema, a menudo se produce el llamado "lipolinfedema".
Además del lipedema ya existente, aquí también se produce un trastorno de drenaje linfático. Esta forma mixta resulta de la extrema constricción de los vasos linfáticos debido a la proliferación de tejido graso. La linfa ya no se puede drenar lo suficiente y se acumula en el tejido.
El linfedema suele desarrollarse simétricamente en el contexto de un lipedema, a diferencia de su aparición normal en un solo lado.
Daños ortopédicos consecuentes
Como consecuencia de aumentos de volumen en el interior de los muslos, se pueden producir impedimentos considerables en la movilidad y la forma de andar. La consecuencia pueden ser desalineamientos en la zona de las articulaciones de tobillos, rodillas y cadera.
Daño en el sistema venoso
Si se le diagnostica lipedema, también se recomienda un examen flebológico del sistema venoso, ya que el sistema venoso puede resultar dañado por un lipedema existente. Con la detección precoz de la disfunción venosa, se pueden evitar varices superficiales y daños al sistema venoso profundo, o también se pueden tratar los trastornos venosos existentes.
Puede encontrar información sobre posibles enfermedades venosas en nuestra página de flebología.